El Atlético tiene hasta el próximo día 1 de septiembre para hacer que las cuentas cuadren
o se expone a sanciones de distinta índole, pero todas importantes con respecto al normal funcionamiento del club. La clave estaría en el grado de gravedad que el Comité de Control Económico o, en su defecto, el Comité de
Competición atribuyan a la infracción. Podría ser considerada muy grave, grave o leve.
En cualquier caso, la entidad del Manzanares podría ser castigada, por ejemplo, con la prohibición de inscripción de jugadores
procedentes de cualquier club del mundo durante dos años. Esto significaría que los futbolistas que han llegado en este mercado sin
cumplir escrupulosamente con los límites que la Liga ha establecido para el gasto en la primera plantilla no podrían tener ficha con la entidad rojiblanca.
También les podrían dejar
sin la posibilidad de inscribir a jugadores en sus clubes filiales o dependientes, lo que afectaría directamente a las categorías
inferiores.
Pero este organismo no toca solo lo relativo a los jugadores, sino que también puede actuar
sobre los puntos acumulados en la
competición, pudiendo reducirlos.
En casos aún más extremos, el Comité podría incluso
castigar al club que incumpla las normas con un descenso de categoría o la expulsión
definitiva de la competición.
Así las cosas, y viendo el panorama al que se
enfrentaría en caso de superar los límites establecidos para el gasto en la primera plantilla, no es de extrañar que el Atlético se
esté desviviendo por hacer que los números cuadren.
Por Edward Vega.